Los datos presentados surgen de estimaciones realizadas en base a la Encuesta Continua de Hogares (ECH) del Instituto Nacional de Estadísticas. La ECH está diseñada para producir estimaciones confiables, para mercado de trabajo e ingresos de los hogares de forma mensual, con la posibilidad de elaborar estadísticas anuales.
Las estimaciones presentadas corresponden a los valores de la variable de ingreso total del hogar con valor locativo sin servicio doméstico (ht11) y total de miembros del hogar sin considerar servicio doméstico (ht19).
El coeficiente de Gini para medir la desigualdad es un número entre 0 y 1, en donde 0 se corresponde con la perfecta igualdad (todos tienen los mismos ingresos) y 1 se corresponde con la perfecta desigualdad (una persona tiene todos los ingresos y los demás nada).Para los valores intermedios, el coeficiente mide la diferencia entre una distribución observada para un sociedad determinada y una situación hipotética, en donde todos los miembros de la sociedad tuvieran los mismos ingresos.
Dado que la estimación del índice de Gini se presenta desde 1985, los datos para su construcción refieren sólo a la población que reside en ciudades de 5000 y más habitantes, lo cual representa a cerca del 95% de la población. El resultado para el total país es equivalente pero sólo se puede calcular desde 2006 pues con anterioridad a ese año el país no relevaba la situación de la población rural.
Otra forma de valorar la desigualdad es ver el porcentaje de apropiación de ingresos de distintos sectores seleccionados, para ello una medida convencional es ver la apropiación por quintiles (grupos que representan las quinta partes de la población ordenada de menor a mayor) de un cierto ingreso total considerado, en este caso se considera el ingreso total de los hogares.
La estimación que se realiza implica una serie de pasos a seguir: en primer lugar, el cálculo del ingreso per cápita del hogar, es decir, el total de ingreso de cada hogar dividido la cantidad de miembros del hogar. De esa manera cada individuo de la encuesta tendrá un ingreso per cápita asociado, en base al cual se las ordena toda la población clasificándola en cinco grupos (quintiles) donde el primer quintil corresponde al 20% de personas con menores ingresos per cápita y el quinto quintil al 20% de personas con mayores ingresos per cápita. Una vez clasificadas las personas según quintiles de ingresos, se calcula el total de ingresos de cada quintil sumando los ingresos de las personas del quintil y por último se calcula el cociente entre el ingreso de cada quintil y el total de ingresos de toda la población. A los efectos de mejorar la comunicación y no hablar de porcentajes se toman 100 pesos como referencia para que al aplicar los porcentajes a 100 se llegue a un número expresable directamente en pesos.
Los ingresos se deflactan tomando como base junio de cada año a partir del Índice de Precios al Consumo presentado por el Instituto Nacional de Estadísticas.
Los datos fueron extraídos del portal del Observatorio Social de Programas e Indicadores del MIDES.
Como el porcentaje del que se hace el último quintil (los más ricos) ha descendido de 51% a 45% ello puede inducir a pensar en forma equivocada que los que más tienen están viendo reducir sus ingresos siendo esto un error importante. A tales efectos se presenta en una de las láminas del video que la reducción en porcentaje no es una reducción en términos absolutos ya que a valores reales, o sea descontando la inflación han crecido cerca de un 40%. Estos resultados también provienen de estimaciones sobre ingresos realizadas a través de encuestas continuas de hogares publicadas en la página del Observatorio Social del MIDES.
Promedio de ingresos per cápita a precios corrientes según quintiles de ingreso. Total país
Dichos valores, como en el caso anterior, se deflactan por IPC para lograr los ingresos reales que muestran un crecimiento para el quinto quintil de un 37,2 % a diciembre de 2018, que redondeamos en 35% a los efectos de mejorar la comunicación pero sabiendo que dichos ingresos calculados para diciembre omiten los aumentos del mes de enero siguiente (2019) producidos por los salarios, jubilaciones y pensiones y otros, que los hacen crecer año a año por lo que se podría esperar que sea más próximo al 40%.